Yoga y muerte: Savasana.

Todas la sesiones acaban en la postura de Savasana que traducido amablemente es la postura del muertito.

El descanso total. Postura fundamental para asentar el trabajo realizado durante la práctica a nivel físico energético y mental. 

Savasana nos invita a aprender a rendirnos, a confiar, a soltar, a sentirnos en calma. 

Pensamos que la vida es movimiento, un cóctel de emociones, sentimientos, experiencias, desafios... y sí, puede que haya una parte de todo esto en la ciencia de estar vivos. 

Sin parar, sin abrazar la muerte que nos propone savasana, sin sentir desde la más absoluta quietud, dejando que nuestro cuerpo se funda con el suelo, no podemos entender la vida.

Vivimos porque morimos, si abrazamos la muerte podemos abrazar la vida, valorarla.Si aceptamos la muerte, podremos permitirnos parar, no tener miedo.

"Yoga nos prepara para muerte" le oí decir al maestro Ramaswami. Cada día creo que es más cierta esta afirmación. 

La meditación nos ayuda en este empeño que no es otro que el de aprender a aceptar, no pelearnos con lo que no se puede cambiar, trabajar en lo que sí podemos cambiar.

Como me gusta decir al final de mis clases: Todo está dentro, nada está fuera. Saquemos el miedo de la ecuación de la nuestras vidas.