SOBRE LAS AFLICCIONES DE LA MENTE


Nuestra mente de mano es neutra, como entidad es neutra y estable, si no nunca nos plantearíamos que necesitamos encontrar ese espacio de nuevo. Volver a ese punto donde somos neutrales, sátvicos y poder reconocer el vínculo que esta mente neutral tiene con Purusha, ese que es inamovible, no influenciable, no nacido, sin muerte, objetivo, el que observa, este camino de vuelta a la esencia del SER, decía, es lo que propone el yoga.

Srivatsa Ramaswami dice que lo que nos sucede en esta vida, nos sucede en ese lugar donde estamos identificados con el ego, donde somos presa del baile de los gunas, donde danzamos al ritmo de la pasión y la aversión. Hace poco, para ilustrar esto, decía: “No soy yo el que está en este inquietante universo fantasma, es Ramaswami.” Con mucho sentido del humor nos recordaba que la verdadera naturaleza del ser está más allá del ego, de la percepción, de la aflicción.

Cuando la mente no está enfocada, cuando no está en estado de yoga, es presa de diferentes aflicciones que pueden “ poseerla” de una en una, o bien todas a la vez. Según los Yoga Sutras son cinco las aflicciones de la mente(kleshas):

1.- Avidya: ignorancia, comprensión defectuosa.

2.- Asmita: Ego. Identificación con lo que creemos que somos, identificacion con lo que percibimos considerando que lo que cambia, la actividad mental, nuestra actividad mental, es la fuente de percepción.

3.-Raga. Apego. Deseo. Este deseo por lo material que nos hace creer que seremos felices si tenemos cosas, personas, situaciones..etc

4.-Dvesa. Aversiones irracionales. O impresiones por experiencias pasadas que no hemos superado.

5.-Abhinevesha. Miedo a la muerte. Sentimiento de inseguridad. Uno de los obstáculos más difíciles de superar.

Avidya es la madre de todo sufrimiento. La ignorancia, la compresión defectuosa es la que pone en marcha todo el mecanismo de aflicción y por tanto es el mayor obstáculo entre nosotros y un estado enfocado de nuestro ser. La primera ignorancia es no recordar, no enfocarnos u olvidar la esencia de lo que realmente somos. Olvidamos que nuestro verdadero SER es Purusha. El entendimiento defectuoso nos hace pensar que somos nuestro coche, nuestro nombre, nuestra cuenta bancaria. Avidya activa el mecanismo del sufrimiento, pone en marcha los demás Kleshas. Estos a veces se manifiestan de manera clara y burda, otras de manera sutil y apenas discernible. Generalmente, son los otros los que identifican los Kleshas que nos dominan. Por eso Kriya Yoga es el primer paso para un yogi no iluminado, por eso decimos que  es un camino de consciencia. Kriya yoga nos invita a la acción elevada, desinteresada, entregándonos con disciplina a la práctica de yoga, al auto-estudio, al estudio de los textos.

Los kleshas siempre  van influir en el comportamiento que tengamos hacia nosotros mismos y hacia los demás. Nuestras acciones se van a ver teñidas de estas aflicciones haciendo que sean fuente de más y más sufrimiento. Sufrimiento que tendrá dos direcciones, una hacia los demás y otra hacia nosotros mismos. Como personas que abrazan un camino de autoconocimiento en el yoga, deberíamos buscar acciones que no fuesen dolorosas para los demás, ni para nosotros mismos, que no buscasen una recompensa, que se mantuviesen lejos de la dualidad pasión-aversión, que fuesen justas para todos, respetuosas con la vida y exentas de violencia. Si contemplamos esto, las acciones de una persona que se consagra al camino del yoga serían muy pocas, muy estudiadas.

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